Royal Bliss

Este sabor fue nuestro primer paso fuera de la zona de confort: la reinvención de un clásico.

Es un elemento creativo, creado específicamente para ser parte de una composición.

Se trata de un sabor familiar con toques inesperados. Es como una conversación interesante, sabes cómo empieza, pero no cómo acaba. Y, de vez en cuando, reclama la atención.

Sí, gingers hay muchos. Pero ninguno tan descarado como este.

Burbujas cremosas y finas que envuelven el paladar y potencian los aromas más dulces. Un sabor realmente complejo, con el que comprendimos que era necesario recorrer una a una todas las curvas del camino para llegar a lo extraordinario.

Estás pensando: limón… hay millones de bebidas con sabor a limón… este ya lo conozco. Te equivocas.

Para nosotros fue un reto. Un sabor conocido al que darle la vuelta y, por tanto, uno de los que contenía un factor de riesgo más alto.

El resultado: es irónico, intenso y mentolado. Y, sobre todo, el must have en la paleta de todo compositor.

Buscábamos complicarnos la vida y pensamos que lo mejor sería crear un sabor que se lleva la contraria. Dulce y ácido a la vez.

No se conforma con llevar el camino que marcan los demás, es un espíritu libre. Compuesta por matices bien definidos, que le dan agresividad y carácter. Representa el estímulo que te hace salir de la zona de confort.

Ideal para alcoholes fuertes que le puedan plantar cara.

Nuestras ganas de explorar nos llevaron directamente hasta el yuzu.

Sabe a comprar los billetes de ese viaje a China que siempre estás planeando. Exótico e inesperado, como un arrebato.
Mezcla matices cítricos y alma refrescante. Los matices vegetales hacen que sea imposible clasificarlo.

Sus características principales: elegante, neutra y salina. Sabe a lo que saben las vacaciones. A desconectar, con toques de mar y brisa.

Es la llave maestra de la gama: abre la puerta a una armonía perfecta en miles de combinaciones.

En su “ADN” lleva la necesidad de ir más allá, de salir de la zona de confort, que nos empujó desde el primer momento.

También crees que conoces todo lo que te puede ofrecer la naranja, ¿no?. Te equivocas otra vez.

Es un mixer con voz propia. Frutado, cítrico, dulce, especiado… una composición en sí mismo.

La oportunidad perfecta para salirse de la ruta marcada por los demás. Sus burbujas juegan con la lengua, creando un espectáculo difícil de explicar.

También crees que conoces todo lo que te puede ofrecer la naranja, ¿no?. Te equivocas otra vez.

Es un mixer con voz propia. Frutado, cítrico, dulce, especiado… una composición en sí mismo.

La oportunidad perfecta para salirse de la ruta marcada por los demás. Sus burbujas juegan con la lengua, creando un espectáculo difícil de explicar.

Este sabor es un clásico en su versión más delicada que demuestra que no es necesario tener azúcar para despertar la imaginación.

Un sabor dispuesto a romper estereotipos: una nueva vía para escapar de la ruta preestablecida.

Matices diseñados para los paladares acostumbrados a sabores complejos