Uno de los momentos más temidos en el sector hostelero son las inspecciones de Sanidad. No obstante, son estrictamente necesarias para garantizar la seguridad alimentaria.

Como bien sabemos, la primera inspección de Sanidad se pasa con la apertura del local y estamos pendiente de todos los detalles: que las instalaciones se encuentren impolutas, que la conservación de la comida siga el procedimiento adecuado, que el equipo se encuentre con las últimas formaciones…

Sin embargo, el resto de inspecciones son aleatorias y dependiendo de la CC.AA y la carga de trabajo de los inspectores, ¡nunca sabes cuándo te toca!

Qué debo tener en cuenta ante una Inspección de Sanidad

Sabemos que como dueño de un bar o restaurante buscas ofrecer la máxima calidad de servicio a todos tus clientes. No obstante, lo ideal es gestionar tu negocio como si todos los días un inspector visitará tu local y comprobarse su correcto funcionamiento.

¿Qué necesitas saber y nunca se te puede olvidar en una Inspección de Sanidad? ¡Te contamos a continuación!

• Documentación al día y en regla.

Evita una mala imagen frente al inspector y reúne toda la documentación necesaria en una carpeta que esté a mano y localizada para cualquier imprevisto. 

¿Qué documentos suelen solicitar en las Inspecciones de Sanidad?

• APPCC o sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico.
• Registro de compras.
• Plan de alérgenos.
• Certificados de manipuladores de alimentos de tu equipo de empleados.
• Registros sanitarios de los proveedores.
• Información de la empresa de limpieza si el servicio es externo.

De este modo, a parte de valorar el inspector positivamente la presentación de los documentos, podrás gestionarlos correctamente y evitarás que estén desactualizados.

• Mantén el género ordenado y almacenado según su naturaleza.

Para un correcto almacenaje de los alimentos que sirves en tu bar o restaurante, debes tener en cuenta:

• Su fecha de caducidad.
• El etiquetado.
• Organizarlos según sus necesidades de mantenimiento (en temperatura ambiente, en el frigorífico o congelados).

No olvides de retirar aquellos productos que están caducados y llevar un correcto registro de compra. De este modo, sabrás qué productos deben consumirse antes y cuáles después. 

• Protocolos de limpieza.

Todo el establecimiento debe estar limpio y presta cierta atención a la cocina y los baños. Procura tener un protocolo de gestión de limpieza que justifique cuándo y cómo se retira los residuos de basura, cada cuanto se limpian los servicios, etc. 

• Óptimas condiciones de equipos y maquinaria.

Como hemos explicado anteriormente, a parte de encontrarse limpios deben estar en buenas condiciones de mantenimiento. Todos los equipos, desde la cafetera hasta las neveras y congeladores deben funcionar correctamente y no suponer riesgos a los clientes ni trabajadores. 

• Carnés, certificados de manipulación de alimentos y formación continua.

Todos los trabajadores que estén en contacto o manipulación de alimentos deben poseer sus respectivos carnés de manipulación de alimentos. No olvides mantener una formación activa con tus trabajadores y mostrárselo a los inspectores en las revisiones.

• Implica a todo el equipo de trabajo.

Las grandes preguntas deberán ser atendidas por los supervisores y dueños del negocio, no obstante, forma a tu equipo para que puedan gestionar cualquier pregunta acorde a su rango si viene un inspector. 

Lo más importante, es que te muestres colaborativo y abierto a hacer su trabajo. No ocultes nada, responde a todas sus preguntas y explícale el funcionamiento de tu negocio. Muestra interés en sus consejos ya que en muchos casos son de utilidad. 

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